LA DISUASIÓN COMO HERRAMIENTA PARA EVITAR ROBOS EN LOS HOGARES

LA DISUASIÓN COMO HERRAMIENTA PARA EVITAR ROBOS EN LOS HOGARES

De acuerdo con cifras del Sistema de Estadísticas en Justicia, en los últimos años se ha presentado un incremento en los hurtos residenciales en el país, y en ocasiones parece que los delincuentes están un paso delante de las medidas de seguridad existentes, ya que han ido perfeccionando sus técnicas y han desarrollado organizaciones delictivas de alta complejidad. Sin embargo, disuadir el robo residencial no es una tarea difícil de conseguir.

Una forma de aumentar el riesgo a robo es hacer ostentación de bienes, lo cual según estudios recientes hacen que el cerebro del delincuente genere estímulos que terminan por cometer un ilícito; por tal motivo si los habitantes y sus bienes inmuebles pasan desapercibidos, se convierten en una pieza desconocida para el delincuente, es en este momento en el que se puede aplicar eficazmente las técnicas de seguridad preventiva.

Para poder entender esta afirmación, es necesario comprender que los delincuentes son personas y que la debilidad del delincuente es su raciocinio basado en percepciones. La delincuencia, hoy por hoy, es una profesión organizada y los delincuentes se especializan en estudiar a profundidad sus posibles víctimas antes de cualquier intento de robo. Una vez se entiende esto, se puede comenzar a aplicar prácticas seguras en las innumerables actividades diarias, para que con unas simples medidas de seguridad y de comportamiento se evite ser víctima de un robo en casa.

ALGUNAS PRÁCTICAS SEGURAS EN LAS ACTIVIDADES DIARIAS

  • Evite publicar en redes sociales todo sobre su vida personal o de su familia, sus bienes y rutinas.
  • Identifique las personas que tienen acceso a su información personal o a la de sus familiares.
  • Evite contar dinero en público o hablar con desconocidos sobre sus posesiones.
  • Evite dejar sola su vivienda por largos periodos.

PREVENCIÓN DE ROBOS A DOMICILIOS

Cuando se es en una pieza desconocida para el delincuente la probabilidad de que la vivienda sea objetivo de robo pasa a ser una decisión al azar y es ahí cuando la partida se juega en dos niveles; el nivel técnico y el nivel psicológico. En ambos niveles entran en juego las decisiones racionales que evalúan la probabilidad de éxito del robo en base a vulnerabilidades.

PROBABILIDADES Tener éxito en el robo.Ser visto o reconocido.Obtener un botín elevado.Ser capturado en flagrancia.   VULNERABILIDADES Entorno Inseguro, poca comunicación entre vecinos.Sin sistemas de alarma de intrusión.Sin vigilancia humana y/o tecnológica.Facilidad de huidas.Demoras en la respuesta de la Policía o demás autoridades.

En el nivel técnico, el delincuente evalúa las posibilidades de infringir las medidas de seguridad física, mientras que, en el nivel psicológico, evalúa la percepción de la vulnerabilidad y la evaluación del riesgo, que no es más que la evaluación de costo-beneficio. Todo el conjunto de realidades y percepciones, junto al pensamiento racional del delincuente, genera la toma de la decisión de robar la vivienda.

La experiencia dictamina que la primera inversión y la medida de mayor eficacia para  disuadir robos en los hogares es la que se enfoca a la seguridad física, basada en soluciones tales como sistemas de vigilancia humana, sistemas de alarmas de intrusión, cámaras de seguridad, controles de acceso, sistemas de seguridad perimetral, entre otras; tanto es así que después de décadas de desarrollo de soluciones en seguridad y mejoramiento tecnológico, no cabe duda que lo que más disuade del intento de robo en una vivienda, es la resistencia física que ofrecen sus defensas.

La percepción de vulnerabilidad es un proceso automático en la mente del delincuente, esto en la medida que su razón y emociones le indiquen la factibilidad de romper la seguridad. Entre mayor sea la dificultad de entrar a la vivienda, mayor será la probabilidad de fracasar en su intento de robo.

Sin embargo, existen varios mitos en cuanto al desarrollo de la toma de decisiones del delincuente, entre los más comunes están:

  • Los ladrones solo roban en viviendas lujosas. Este es tal vez el mito que ha hecho más daño a la sociedad, porque ha cimentado la creencia en la mente de miles de personas de que nunca serán objetivo de un delincuente ya que viven en una zona de clase media o baja y que además no tienen dinero en casa, por lo que no invierten en seguridad física y los hace más propensos a un robo.
  • La actitud de los vecinos del barrio no influye en el robo a una vivienda. Por supuesto, el entorno del barrio y la urbanización aumentan o disminuyen la disuasión en términos de percepción del delincuente.  La actitud de los vecinos puede mejorar la seguridad de la zona y generar un anillo de protección perimetral muy importante. Para esto es fundamental la concientización del entorno sobre temas de seguridad preventiva y formación en prevención de riesgos.

El delincuente profesional estructura su organización de tal manera que puede delinquir diariamente, por eso no es su objetivo único grandes botines, sino que se conforma con un pequeño botín en cada delito. Su decisión de robo se enfoca en mayor medida a la facilidad de acceder a una vivienda, además de la poca vigilancia y menor probabilidad de ser descubierto, que a la obtención de un cuantioso beneficio. Todas las viviendas son objetivo potencial de robos, sin excepción.

Para tener éxito en la implementación de sistemas de seguridad física es importante verificar que el tiempo de resistencia física de acceso a una vivienda sea mayor o igual al tiempo respuesta de las autoridades, así mismo debe existir un protocolo de seguridad ajustado a las necesidades puntuales de la vivienda, y así que con un sistema basado en una alta resistencia física más una detección anticipada, un sistema de alarma con cámaras de verificación y una excelente comunicación de la comunidad, se obtiene la combinación más disuasoria, además de eficaz, contra el robo en un domicilio.

Podemos concluir que:

  • La disuasión de un delincuente se logra a través de una mezcla de medidas técnicas, como seguridad física con medios tecnológicos, y una estructuración de comportamientos seguros.
  • Los delincuentes basan sus decisiones en la percepción y en la evaluación costo-beneficio de su accionar delictivo.
  • El éxito de un hurto está en poder romper las barreras de seguridad física en el menor tiempo posible, y así tener más tiempo para obtener el botín.
  • La primera inversión y la más eficaz, es la que se enfoca a la resistencia de la seguridad física, es por ello que la inversión en sistemas de seguridad es de vital importancia para cuidar los bienes.
  • El delincuente es un profesional que quiere realizar ilícitos cada día, por lo que le interesa hacer un análisis exhaustivo de sus víctimas potenciales. Sin embargo, en su día a día, cualquier vivienda puede ser un objetivo potencial.
  • La combinación de mayor disuasión contra el robo de un domicilio es la que involucra un protocolo de seguridad ajustado a las necesidades puntuales, con un buen sistema de seguridad física y una concientización de seguridad en el entorno.

 

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